Erase una vez una ratita: que se había criado en una mansión, con todas clase de comodidades, allí convivía con un perrito que se llamaba Tobía, un gato que se llamaba Rogelio y ella que se llamaba Sofía, allí vivían como reyes, con una familia que tenían una sola hija, que se llamaba Beatriz, Beatriz quería mucho a los tres animales, tanto que cuando no estaba estudiando siempre estaba jugando con ellos.
Sofía, Rogelio y Tobía, no sabían la rivalidad que existían entre sus razas, puesto que ellos no sabían nada del mundo exterior, porque nunca habían salido de la mansión, siempre habían permanecidos allí desde que nacieron, no conocían otro mundo que no fuera ese, aun que Beatrid les contaba historias de sus especies nuca les contaba la verdad para no herir sus sentimientos porque Beatrid los quería tanto que nunca se separaría de ellos. Un día Beatriz callo enferma y los médicos les diagnosticaron una enfermedad, Beatriz era alérgica a los pelos de los animales. La madre de Beatriz visito a los mejores especialistas del país pero nada se podía hacer porque empleno Siglo XVIII la medicina todavía no estaba muy avanzada, a Beatriz no le quedaba más remedio que separarse con todo el dolor de su corazón de sus tres amigos, a Tobía lo llevo a las afueras del pueblo donde vivía un pastor que tenia 20 ovejas y se lo regalo para que cuidara del rebaño, a Rogelio, se lo regalo a una anciana del pueblo que vivía sola para que les hiciera compañía, pero a Sofía no le encontraba hogar por mucho que anduvo por el pueblo, nadie quería la compañía de una rata por muy limpia que estuviera, la madre de Beatriz no tuvo más remedio que abandonarla a su suerte, Sofía se dio cuenta por ella misma que buscar un hogar para una rata no era tarea fácil, así que no le quedo más remedio que buscar su descendencia, cuando Sofía llego donde vivían las de sus razas se le vino el mundo en cima, de ver como vivían, era un sitio mal oliente, oscuro, sin ninguna ventilación y sin nada que comer que no fueran aquellos excrementos que flotaban en aquellas aguas fértiles, Sofía se negaba a creer lo que veían sus ojos, ella estaba acostumbrada al aire libre, al agua limpia y a comer frutas frescas y raíces… Sofía tenia dos opciones A, acostumbrase ella a vivir como sus compañeras cosa que se negaba rotundamente, o B, enseñarles a sus compañeras a vivir como ella lo había hecho asta hora, ella sabia que no iba hacer tarea fácil. Sofía necesitaba ayuda, pero quien querría ayudar a una ratita, Sofía pensó en Beatriz pero Beatriz debido a su enfermedad no podría acercarse a los animales entonces se acordó de sus dos amigos Tobía y Rogelio, ellos si que querrían ayudarla, Tobía y Rogelio aceptaron gustosamente la propuesta de Sofía.
Tobía, Rogelio y Sofía, trabajaron duro durante un año para educar y enseñarles a las ratitas todo lo que ellos habían aprendido de la vida humana. Ahora viven en un prado a la orilla de un rió con agua corriente y mucha vegetación donde solo comen frutas frescas y raíces.
sean.
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