Curro, estuvo viviendo en el heliopolis hasta los 11 años, hasta que los padres se fueron a vivir a la barriada de San Jerónimo. Allí conoció nuevos amigos, que ya no lo conocieron por currí, empezaron a llamarle curro.
San Jerónimo era una barriada nueva, quiero decir con esto que los amigos que tenia allí curro ya no eran los de la niñez, eran chavales que venían de otros barrios, como la Macarena, Triana, el cerro del Águila... Curro llevaba viviendo 3 años en San Jerónimo, cuando un día decidieron los amigos y el ir a la alameda, la alameda era donde estaba la mayor concentración de mujeres de la vida, de Sevilla, es decir prostitutas, pero para eso había que tener dinero y nosotros no lo teníamos, y nos habían dicho que eso era muy caro, así que decidimos juntar dinero para poder ir, pero la cuestión era cuanto dinero hacia falta, entonces le preguntamos a los mayores que ya habían ido alguna vez, nos dijeron que allí variaban los precios dependiendo de las edades de las mujeres, los precios podían estilar entre la 100 pesetas y las 500 pesetas. Yo estaba trabajando en una fabrica de frenos para coches y mi sueldo era de 250 pesetas al mes, mi madre me daba 3 duros a la semana, en total eramos seis amigos los que íbamos a ir, tardamos 3 meses en juntar 100 pesetas cada uno, por fin llego el que se supone seria el gran día, eran las seis de la tarde de un domingo de primavera, nos pusimos nuestras mejores ropas y nos fuimos andando desde San Jerónimo hasta la alameda porque nos habían dicho que había que ir mas bien tarde, llegamos allí sobre las ocho, fuimos a una calle que era donde estaban las mujeres, pero a seis chavales de 14 años no les echaban mucha cuenta, tuvimos que preguntarle a un hombre que estaba en la puerta de un bar, aquel hombre nos dijo que fuéramos al numero 23 de aquella calle, llegamos a la casa. Era una casa de dos plantas, la planta de abajo tenia un salón muy grande y lujoso con muchas fotos de mujeres semi desnudas. De pronto salio una mujer de unos 45 años muy guapa, con muy poca ropa, que nos pregunto con mucha educación que hacíamos allí, nosotros le explicamos a lo que íbamos, y nos pregunto la edad, nosotros le mentimos un poco y le dijimos que teníamos 16 años, de los seis que íbamos, dos tenían 15 años y los demás 14, a continuación nos pregunto que dinero llevábamos, le dijimos que 100 pesetas cada uno. Entonces aquella mujer nos dijo que aquella casa era mucho más cara y nos mandó dos casas más allá en el numero 27, llegamos a la casa y no se parecía en nada a la anterior, salio una mujer con muy mal aspecto, le dijimos que cuanto costaba allí estar con una mujer, aquella mujer casi sin decir nada nos cogió el dinero, nos dijo que esperáramos allí que ya vendrían las mujeres, los seis nos mirábamos unos a otros muy nerviosos y muertos de miedo, llegaron seis mujeres con edades comprendidas entre 45 y 50 años, nos cogieron de la mano nos metieron en una habitación con poca luz, donde había una cama pequeña, una silla y una palangana, con agua más bien turbia donde empezó a lavarse por abajo y tendiéndose en la cama me dijo que me echara encima, y deprisa que no teníamos toda la noche. Sentí, tanta vergüenza, tanto asco y tanta pena por aquella mujer, que me vestí como un rayo y me fui para la calle, cuando llegue a la calle mis amigos ya estaban allí, casi sin mediar palabras salimos de allí corriendo y no volvimos nunca más.
Aquel día pagamos 600 pesetas por la peor experiencia de nuestras vidas.
FRANCISCO PEREZ DURAN
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